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viernes, 23 de mayo de 2014
viernes, 9 de mayo de 2014
Recordar es volver a montar
Miles de jóvenes se lucieron por las calles con sus
mejores trucos.
GO
SKATEBOARDING DAY
Por séptimo año consecutivo
se celebra en el Perú el 21 de junio como el día mundial del skate. Un evento
promovido por la comunidad skater. Todos los aficionados salen a rodar con sus
tablas por las principales calles de Lima buscando la unión entre ellos en un
mismo día. El objetivo es realizar diversas actividades relacionadas a este
deporte y estimular a todos en el mundo para que compartan este afecto.
Por Ludwin Meyer.
@MeyerLudwin
Todos los skaters del mundo
conocen y deben conocer la existencia de este día, para que otros años pueda
ser celebrado como el día de su nacimiento: el skateboard. Este día, no solo es
celebrado en el Perú sino también a nivel mundial por la Asociación Internacional
del Skateboard (IASC) que comenzó con la genial idea de agasajar este deporte
en el año 2003 en California. Ya son 11 años celebrando mundialmente el día del
skate. Aquí en el Perú, la fiebre por esta celebración comenzó en el 2007. Lo
que busca este organismo es que tanto familiares como ‘lovers’ acudan
masivamente a las celebraciones y disfruten en conjunto este día.
Podemos apreciar que la
comunidad skater en el Perú ha crecido raudamente y se ha ganado un espacio en
nuestra sociedad. Hoy en día en muchos distritos de Lima y provincias existe
buena infraestructura para la práctica de este deporte, pero esto es gracias a
la comunidad por estar ahí y presionar a las autoridades para que construyan un
espacio donde los skaters puedan estar cómodos y disfrutan de lo que hacen.
En la actualidad, todos los
seguidores de este deporte se mantienen conectados gracias a la iniciativa de
Peter Henningsen, deportista reconocido y creador de la agrupación
“Skateboardingperu”, quien se ha convertido en el promotor principal de los
skateparks en el Perú junto a su inseparable amigo Roberto el “Beto” Aragón.
Cada vez más jóvenes se adhieren
a este deporte y vemos que esta realidad va en aumento. Todos se trazan metas
en cada salto que hacen con su fiel compañero, esto hace que los mantenga
activos todo el tiempo.
Aunque a muchos no les
parezca, la tabla también puede verse como un vehículo ecológico y se puede
promover su uso como medio de transporte en las escuelas. “Ir al colegio en
skate es como ir volando. Todos los días voy con mi tabla, menos los lunes
porque tengo formación general. Y ese es el día que más me demoro, no por mí
sino que tengo que esperar 15 minutos para que llegue el carro que va en ruta
hacia mi colegio. Es una tontera, prefiero mil veces mi skate”, acotó Gabriel
Castillo, alumno del Colegio “Nuestra Señora de la Merced” que cursa el quinto
año de secundaria.
Esperemos que Lima tenga,
así como la red cicloviaria, una que sea para vehículos de propulsión humana
que representan una buena alternativa para transportarse por la ciudad.
Historia
La idea del elemento
principal de esta disciplina callejera floreció entre los surfistas
californianos que no podían practicar su deporte cuando había olas. El primer
ejemplar apareció a finales de los años 50 con forma rectangular y rústica en
comparación con los modelos actuales.
Larry Stevenson decidió
acoplar a la tabla una cola y levantarla, siendo este el modelo más parecido a
los de ahora. De esta manera se convirtió en el creador del kicktail (punta
doblada hacia arriba).
Otros cuentan que los
también californianos Mickey Muñoz y Phil Edwards inventaron el madero en 1968,
adaptándolas a sus tablas de surf unas ruedas que extrajeron a sus patines.
Terminada la fusión la bautizaron como “Roll surf”.
En Rusia, las primeras
tablas aparecieron a mediados de los años 90. Período en el cual se empezaron a
hacer interminables colas en las afueras de las industrias de rodamientos de
balines.
Los ‘skateboards’ de marca
comenzaron a aparecer dos años después, siendo este uno de los obsequios más
deseados entre la juventud de la época.
Hoy todo es diferente, el
skate o skateboarding ha cobrado mucho apego y popularidad en todo el mundo,
convirtiéndose en una de las disciplinas rebeldes más sonadas y que sin lugar a
dudas merece un día de fiesta oficial.
Celebraciones
Aproximadamente 4000 jóvenes
se dieron cita en las inmediaciones de la Plaza San Martín con motivo de las
celebraciones. Tomaron la avenida Abancay por más de una hora, generando así,
gran caos vehicular.
La marcha llamó la atención
de los medios de comunicación porque los aficionados al ‘skating’ se dirigieron
al Congreso de la República para exigir una federación. “Se dice que los
skaters buscamos una asociación, lo cual no es cierto porque en Perú ya existen
varias asociaciones de skate que se pueden crear en cualquier notaria. Lo que
estamos buscando desde hace años es una federación. De esta manera tener apoyo
del Estado para que los skaters puedan salir a competir al extranjero y
representar al Perú en eventos internacionales”, indicó un eufórico Fernando
Salazar, joven que participó en la jornada.
Otro número de seguidores
(2000 mil personas aprox.) se fueron a montar por las principales calles de Miraflores,
avanzando por la avenida Larco y Pardo hasta llegar al Malecón Cisneros, donde
se llevó a cabo una competencia en la cual muchos de los asistentes sacaron lo
mejor de su repertorio para asombrar al público presente y curiosos que se
dieron cita en el skatepark.
Descripción
Hemos notado en las calles
de la ciudad y provincias (Arequipa, Cajamarca, Chiclayo, Trujillo, etc.) los
pasos agigantados de la creciente masa deportiva urbana. El aumento de la
comunicación entre deportistas, comunidades específicas como
“Skateboardingperu” de Henningsen han hecho crecer este deporte y mercado
gracias a la gestión de múltiples infraestructuras deportivas, las que se
vienen construyendo en varios distritos de Lima y en muchas provincias de
nuestro Perú, colocándolo en el puesto número 2 de Sudamérica en cantidad de
plazas deportivas con más de 40.
Aún lejos de Brasil que nos lleva 10 años de
adelanto con más de 900 skateparks. Eso hace que el país de la zamba sea la
segunda potencia a nivel mundial en deportes extremos.
Por ahora, el Perú está en
vías de convertirse en la segunda potencia de la región en estos deportes de
acción y cantidad de seguidores.
Lo
malo
El Estado mira de reojo,
pero no brinda su apoyo. El IPD no se hace presente ni quiere hacerlo, es por eso
que los gestores de este ambiente masivo reniegan con ellos. Creen que ya es
hora de recibir el apoyo directamente por parte de las autoridades de Estado y
no solo de de los Municipios.
Los
10 mandamientos del skate
1.
No te burles si alguien se cae del skate.
2.
Patinarás hasta la muerte.
3.
Amarás tu skate más que nada.
4.
Tendrás paciencia en los trucos.
5.
Si te caes te vuelves a levantar y lo haces
de nuevo.
6.
Todos los skaters serán amigos.
7.
Patinarás siempre que tengas un rato libre.
8.
Reventarás las zapatillas.
9.
Enseñarás tus trucos cuando te lo p
10. Las
lesiones no impedirán que sigas con el skate.
Nota
del escritor: Quiero felicitar a todos los skaters por su
gran día, sin duda nos dejan una gran lección: luchar, luchar, luchar y seguir
luchando hasta conseguir sus sueños porque nada los para hasta concretar lo que
buscan. ¡Felicidades a todos los que llevan este deporte en las venas!
jueves, 8 de mayo de 2014
Yo soy...
Ludwin Alexander Meyer Vásquez y no he
venido a imitar a nadie, sino a presentar mi autobiografía. Único, muy
diferente al resto; auténtico. Trato de ser yo en todo momento.
Hablar de Ludwin, no es fácil para mí. Se
preguntarán, ¿por qué? Simplemente en mi sano juicio, creo que uno mismo no es
la persona indicada para calificarse como tal.
Soy un tipo alegre, chévere y muy sincero. Me gusta
leer, escribir, conocer, explorar e ir más allá de lo tradicional. Con sueños y
muchos, con un proyecto de vida muy bien definido, pero no quiere decir que no
viva el día a día. Claro que sí. Uno no es pitoniso para saber qué pasará
conmigo en unas horas o quizás mañana. Tenemos la vida contada y solo estamos
en el mundo de manera breve para concretar alguno de los sueños que anhelábamos
desde niño. Igual nada es eterno. Todo cambia, absolutamente todo.
Si hay algo que me define de manera clara, es que
no vivo para agradar a nadie. Tampoco vivo pendiente del qué dirán como muchas
personas y conocidos. Me dejo llevar por la razón acompañada de mis
pensamientos, y algunas veces por el corazón que va de la mano con mis
sentimientos.
Las hipocresías y las mentiras nunca han ido
conmigo, las detesto -quizás cuando estaba en el ‘cole’ lo hacía y ahora me río
de aquellos momentos, que fueron bellos y gratos, pero eso es punto aparte- los
doble clara, los traidores, los falsos, esos que viven y se desviven por tratar
de caer en gracia y entrar a un colectivo de personas. Esos que cambian de
personalidad cuando entran al Instituto o a la Universidad para acoplarse y ser
un borrego más. ¡FARSANTES! Personas que carecen de autoestima. La bobería más
grande que inunda nuestra sociedad.
Soy un convencido de que la unión familiar es el
éxito de la persona, debido a que cumplen un rol fundamental para el
crecimiento y desarrollo del ser humano. Tanto papá (mi men, mi ‘mentalist’,
mi taita), mamá (mi patrona, mi renegona, mi protectora) y hermano (mi
león, mi canguro, mi hermanito) son el soporte número que tengo.
Como no mencionar a la amistad, si gracias a este
valor he conseguido grandes compañeros y amigos que hasta el día de hoy
conforman mi círculo social.
En cuanto a mis gustos y pasiones, puedo decir que
soy forofo del Club Universitario de Deportes, el veintiséis veces campeón, el
primer equipo peruano en disputar una final de un certamen internacional como
es la Copa Libertadores de 1972 y ganarla en la edición sub-20 el 2011. Cuanta
grandeza, ¿verdad?
El género musical con el que llevo una enorme
afinidad es el latin, género que lleva distintas corrientes musicales, que se
si diferencia por tener un ritmo más alegre y jovial.
Actualmente, soy estudiante y estoy a punto de
egresar la carrera técnica de Comunicación Integral en ISIL. Y así como estoy a
punto de finalizar mi carrera, también finalizo con mi breve pero veraz
‘autobiografía’.
miércoles, 7 de mayo de 2014
Crónica
Talento, piruetas y versos.
Malecón
Cisneros: el paraíso de los talentos
Una tarde en Miraflores
valió la pena para rescatar lo mejor del skate. Un deporte para muchos, una
simple afición para otros. La verdad es que niños, adolescentes y jóvenes aman
la tabla y la consideran su ‘best friend’.
Por Ludwin Meyer.
@MeyerLudwin
“No hay principio ni final, es solo la
adrenalina de hacerlo”, refirió Jaffet, adolescente de 16 años que viene todos
los fines de semana con su grupo de amigos al Skatepark del Malecón Cisneros en
Miraflores.
La verdad es que los veo y no
me genera ningún sentimiento, pero ellos al hacerlo derrochan mucha pasión. Es
su vida y le dedican mucho tiempo. Les pregunté: “¿Es su hobby? – No, para
nada. No lo hacemos por pasatiempo. Lo hacemos porque de verdad nos gusta y
amamos lo que hacemos.” - Me respondieron efusivamente y siguieron montando (me
sentía un intruso).
Los dejé un momento,
encargué mi cámara con el señor de la caseta de seguridad y salí un momento a
fumar un cigarrillo. Adentro no se puede fumar, está prohibido y en realidad
aplaudo la iniciativa del alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz Wells, de apoyar
al deporte y erradicar todo aquello que trate de frustrar la pasión de estos
chicos.
Mientras fumaba, cuatro
chicas pasaron en su longboard y de manera consciente puse el pie para que una
de ellas (la más bonita) se detuviera, agarrara su longboard y caminara. Pero,
vaya sorpresa, se acercó y me preguntó: “¿Me invitas un ‘pucho’? Le respondí
¡claro! ¿Fumas Marlboro Gold? – Sí, como las ‘huevas’”-Le invité el cigarro y
lo encendí. Comenzamos a hablar, me dijo que se llamaba Coralia y tenía 20
años. Sus amigas al vernos conversando, regresaron y en ese instante me las
presentó: Alejandra, Anscelica y Melissa – No sé el porqué, pero me he dado
cuenta que todas las que paran en longboard y skate son simpáticas.
Ellas entraron al Skatepark
y nosotros nos quedamos conversando. Le ofrecí otro ‘pucho’, ella accedió. Nos
sentamos en el pasto, claro, ella en su tabla. Me comentó que comenzó con la
tabla a los 11 años porque veía a su hermano Raúl, el mayor, que montaba skate
todos los días. “Un día mi hermano dejó el madero en la cocina, yo me subí para
maniobrar y me saqué la mierda. ¡Jaja! No sabes, me dolió y comencé a llorar
hasta que vino mi ‘vieja’ y me tranquilizo. Raúl vino al rato y comenzó a
decir: “Para que te subes ‘chibola’, si no sabes”, yo seguía llorando. Esa fue
mi primera experiencia”. Yo me reía y ella también. Le dije que fue muy
valiente al hacer eso y que yo en varias oportunidades también hice lo mismo,
pero al saber que me iba a caer, solo pisaba la tabla.
Sus amigas, por las rejas,
decían: “’Cora’, ¿ya?” - ¿A dónde te vas?, pregunté – Nos vamos al ‘Parque de
la Pera’, me respondió con una sonrisa y su voz ronquita. En ese preciso
instante, apareció de la nada el ‘che’ Roberto, conocido y querido por la
comunidad miraflorina por vender unas chocotejas riquísimas. A Roberto lo
conocí el año pasado cuando fuimos al Malecón Cisneros con mis compañeros del
bloque para nuestras clases de fotografía con Analia Orezzoli. Ese día tuve la
suerte de probar un par de chocotejas, una de coco y la otra de lúcuma.
Él se acercó, saludó y nos
ofreció sus chocotejas, no sin antes decirme:”anímate, cómprale una a tu novia”.
Al escuchar la frase acentuada de Roberto, Coralia y yo nos reímos a más no
poder, nos quedaba eso, porque no podíamos actuar de otra manera ante la
iniciativa del ‘che’.
Colaboré y le compré tres
chocotejas y él todo un Don Juan lanzó una frase picante que hasta ahora lo
recuerdo con gracia “el amor es como los fantasmas, todo el mundo habla de él
pero pocos lo han visto”, en ese momento me sentí raro y dije ¿qué carajos?
Coralia se dio cuenta de mi extrañeza y quedo en silencio. “Gracias ‘che’.
Estamos hablando y raya con tus chocotejas” fue lo último que le dije y se
retiró sonriente a seguir vendiendo su producto.
Ella ya se iba y le invité
la teja de fresa porque así lo quiso. Al rato, llegaron sus amigas para montar
y seguir su rumbo. Melissa se acerca para decirme “oye, ¿me invitas?” – “sí,
claro” y cogió la de lúcuma. Yo quería la de lúcuma, pero no le iba a negar.
Llegó el momento de la
despedida. Lo que fue sin querer, terminó pasando y el tiempo paso volando,
¿cómo es no? Cora se acercó y me dio un beso, nos miramos y ambos sonreímos. Melissa
y compañía estaban a unos pasos, moviendo la mano se despedían, yo devolví la
cortesía.
Pusieron la tabla en el piso
y fugaron. ¡Qué lindo es verlas de espalda! Con ‘shortsitos’ en pleno sunset
¡Uffff! Cosas mías…
Regresé al Skatepark, pedí
mi cámara, me senté en las graderías y comencé a fotografiar. Y aunque no me encontraba
tan concentrado, observaba los trucos que hacían los chicos y me ponía a pensar
de la sensibilidad que tienen éstos para maniobrar el skate.
Todas las personas tienen un
talento que los diferencia y lo hace únicos. Montar una longboard o skate es
también un talento y no cualquiera se sube por el simple hecho de verse chévere
encima de una tabla. No señores, no es así y si piensan eso están equivocados.
Recuerdo una Navidad en la
que mis papás me regalaron un scooter y a Franck Eduardo (mi hermano) un skate.
Estábamos felices porque eran los regalos que queríamos. Pero no todo fue
gracia; pequé de cándido al subir e inaugurar la tabla de mi hermano por
haberme lanzado de la bajada del estacionamiento. Me caí y para suerte mía, las
secuelas no llegaron a mayores. Para la anécdota.
En el Skatepark, no solo
vemos aficionados practicando lo que más les gusta, también puedo apreciar a un
par de ‘coaches’ enseñándoles a manipular la tabla a los niños con la
vigilancia de sus madres en las graderías.
¿Se nace con el talento o se
les inculca desde pequeños? Veo a las madres como se conmueven al ver a sus
hijos riendo y pasándola bien. A mí, me causa gracia ver que desde chiquititos
ya están agarrando la tabla moviéndose de un lado a otro. ¿Quién diría que las
mamás meterían a sus hijos a practicar skate?
“Tienen que tener paciencia
por eso amen su skate más que nada. Si revientan las zapatillas es que son
buenos”, decía un enérgico coach ante la atenta mirada de los niños y de los
curiosos skaters que detenían sus piruetas para escucharlo. Hay muchos niños y
jóvenes, pero no a todos les apasiona el skate.
El parque es un dos en uno.
Hay unas pequeñas dunas, punto de encuentro de aquellos que no hinchan por el
skate, pero sí por las bicicletas.
Todos van al punto de partida y comienzan a
competir. Lo curioso de esto, es que todos los chicos están reunidos con sus trajes
y cascos alucinándose Lance Armstrong. La verdad, es que es increíble verlos
vestidos de esa manera. Transmiten un ángel y mucha ternura. Así es la
inocencia y picardía de los niños.
Me acerco a una de las
barandas rústicas de madera para apreciar el sunset, el mar y relajarme un poco
con la magnífica vista desde el malecón.
Pasan las horas, minutos,
segundos y todo sigue igual en el Skatepark. No ha pasado nada desde que llegué.
Todo sigue igual. Desde las madres en las graderías hasta los niños ciclistas
compitiendo.
Me retiré por un momento del
Skatepark para ir al Parque Grau que está a unos pasos. Al principio, el parque
estaba tranquilo, bueno, aparentaba estarlo. Luego, comenzaron a llegar uno a
uno los ‘longboardistas’ para pasear y hacer carreras en la vereda.
Algunos estaban con
protecciones, otros más ligeros de ropa, pero todos con la misma consigna.
Divertirse y demostrar todo su talento.
Me siento en la rotonda que
está encima del coffee bar que se encuentra dentro del Parque Grau y a lo
lejos, observo a las personas que viven en los edificios asomarse por las
ventanas para ver qué es lo que ocurre.
Los carros del Serenazgo de
Miraflores que rondan las calles para velar la tranquilidad del distrito, los
transeúntes y aledaños, todos se detienen a mirar a los ‘patas’ que pasan en su
tabla como si fueran Conejitas Playboy.
Al final, las personas en
longboard se quedaron conversando y fumando cerca al monumento de Grau y ahí
estuvieron un buen rato.
Los transeúntes tuvieron que
seguir con su rumbo y yo también. Por eso decidí regresar al Skatepark. Allí,
me esperaban Jaffet y su comitiva para ir a Larcomar, ellos a seguir montando y
yo a vivir sus experiencias.
“Llegando a Larcomar como es
sabido, miles de skaters invaden la plaza y no dejan camino abierto a las
personas que van a visitar el lugar. Es así como cuando juega Perú, las calles
miraflorinas, especialmente la de Las Pizzas almacena una cantidad enorme de
hinchas. Lo mismo pasa en ‘Larco’ con los skaters y nadie dice nada. Ellos
creen que están como Pedro en su casa y no es así.
Sí, estoy criticando porque
no me gusta el accionar de los chicos que están en su tabla; creen que nosotros
los transeúntes debemos movernos para dejarlos pasar, cuando ellos en realidad
deberían dejar pasar a las personas. ¡Es el colmo!
Apoyo a los muchachos y
muchachas que de verdad saben montar skate y longboard. De verdad, los admiro
muchísimo porque sé que tienen las agallas y la habilidad tremenda de pararse
sobre la tabla. Pero repudio a todos aquellos que utilizan el nombre ‘skater’
para fomentar desbande y no respetar los parámetros que rige nuestra sociedad.
Los chicos de ahora tienen
que ser constantes y conseguir todo lo que se trazan. No solo basta con conseguir
los objetivos sino ir más allá. Buscando cada día ser mejores, no solo como deportistas,
también como personas.
Si eres buena persona y gran
deportista, llegarás lejos y tu camino estará por siempre en la cima. No te
conformes ¡Esmérate!”